La revolución de la inteligencia artificial en la educación: ¿Un cambio ético?
DOI:
https://doi.org/10.56519/77tpn882Palabras clave:
Inteligencia artificial, aprendizaje automático, educación, deshonestidad, marco normativoResumen
La inteligencia artificial (IA) ha evolucionado de ser un concepto teórico a una herramienta omnipresente que impacta diversos sectores, incluida la educación. El problema de investigación surge en que la proliferación de tecnologías basadas en IA genera preocupaciones sobre la deshonestidad académica, la falta de transparencia, la desinformación y el monopolio del conocimiento, poniendo en riesgo el valor del aprendizaje genuino. El objetivo de este artículo es abordar los desafíos éticos asociados con la IA en la educación, centrándose en su impacto en la deshonestidad académica, y explorar las implicaciones de la automatización en la integridad del aprendizaje, así como analizar las estrategias que las instituciones educativas pueden adoptar para fomentar un entorno académico ético. La metodología empleada se llevó a cabo adoptando un enfoque cualitativo, que se centró en la recopilación de percepciones, opiniones y experiencias de los participantes, utilizando bases de datos académicas reconocidas como Scopus, Web of Science, PubMed, ScienceDirect, Google Scholar. Los resultados revelan que la incorporación de la IA en la educación ha traído tanto beneficios como desafíos éticos, por un lado, la IA ha permitido personalizar el aprendizaje, detectar dificultades tempranas y ampliar el acceso a la educación. Sin embargo, también ha planteado serias preocupaciones en torno a la deshonestidad académica, debido al uso generalizado de herramientas como ChatGPT por parte de los estudiantes para elaborar trabajos carentes de autenticidad. En conclusión, las prácticas inapropiadas pueden menoscabar seriamente la integridad y credibilidad del profesorado, con consecuencias negativas en su relación con el alumnado y en su desarrollo profesional, por ello las instituciones educativas se enfrentan al desafío de establecer un sólido marco normativo que regule de manera clara y efectiva el uso de la IA en los procesos de enseñanza-aprendizaje mitigando los riesgos éticos.