y públicos (votantes), es por eso, por lo que se puede determinar que la
comunicación política se ha convertido en un eje muy relevante para la difusión
de las opiniones, propuestas e iniciativas de los líderes políticos, extendiéndose
su influencia más allá de una campaña electoral.
Partiendo con estas bases teóricas, y concordando con (5), cuando indica que
las obras y acciones de los gobernantes deben ser transmitidas a la sociedad,
para poder así retroalimentarse con las respuestas que manifiesten los
diferentes partidos políticos, sindicatos, la academia, entre otros entes, sea
esto para su aceptación, negación o total rechazo. Por ello, los políticos se han
valido de diversos medios y estrategias, con el objetivo de que su
comunicación convenza al electorado, y para persuadirlo sobre cualquier punto
de vista.
La participación de los medios de comunicación, y la utilización de los nuevos
medios, ha permitido que la información política se difunda extensamente,
contribuyendo a la formación de la opinión pública (2), observaba que, con la
televisión, se expandió la comunicación política, y que esta se continúa y toma
relevancia con nuevos formatos a través del Internet.
Se puede asegurar que la comunicación política necesita de los medios de
comunicación para su difusión, y el público utiliza a los medios como un
sistema de democracia, desde una perspectiva comunicativa, al ser estos los
que le sirven la información, y que a su vez sirvan a la sociedad los datos para
tomar decisiones políticas (3).
El Internet y las redes sociales han creado una nueva forma de comunicar, y
ésta no es ajena para el campo político. Los movimientos y sus políticos deben
emplear “nuevas estrategias y planteamientos”, como observaba Moguer en
2015 (4). Por lo tanto, puede decirse que “el Gobierno y la política se ven
entrelazados con la utilización eficaz de los medios de comunicación a causa
de la enorme capacidad de estos para formar la opinión pública” (6).
Sin embargo, el panorama de la comunicación política ha experimentado una
transformación sin precedentes en la era digital. La migración desde los
canales de difusión tradicionales, como la televisión y la prensa, hacia
plataformas emergentes de redes sociales ha reconfigurado la forma en que se
transmiten los mensajes políticos.
Hoy en día, redes como Facebook, Twitter e Instagram han sido ampliamente
estudiadas, pero el auge de TikTok como herramienta de comunicación política
presenta un nuevo desafío y una oportunidad singular. Incorporada en
septiembre de 2016, que en los últimos años ha crecido en popularidad,
alcanzando más de 800 millones de usuarios activos al mes en todo el mundo
(7).
Esta plataforma digital permitió nuevas alternativas de contenido, que no sólo
son para entretenimiento y ocio, sino más bien para “algo más que eso y ha
pasado de ser simplemente una plataforma con contenido superficial a
mensajes con un trasfondo político”. Esta plataforma, conocida por su formato
dinámico y creativo, ha permitido que los mensajes políticos lleguen a
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