Asimismo, mediante estudios bibliográficos, se presenta cinco pasos
fundamentales como: definición de políticas, planificación colaborativa,
integración de procesos, medición de desempeño y elaboración de planes de
acción, ha permitido identificar áreas de mejora y establecer estrategias
innovadoras, efectivas y sostenibles que refuercen las conexiones entre los
distintos eslabones de la cadena de suministro (9).
Los resultados derivados de su aplicación han sido contundentes y
transformadores, destacando varios aspectos clave que merecen ser
mencionados. En primer lugar, se ha logrado una mejora notable en los niveles
de integración interna dentro de cada una de las organizaciones que componen
la institución. Esto se ha conseguido mediante la definición y documentación
clara de procesos clave, lo cual no solo ha facilitado el flujo de información y
recursos, sino que también ha optimizado la toma de decisiones, generando
sinergias que han incrementado de manera significativa la eficiencia, la
productividad y la resiliencia organizacional (9).
En segundo lugar, se ha observado un fortalecimiento notable de la integración
externa gracias a la implementación de acuerdos y políticas de colaboración
estratégica con proveedores, fabricantes y distribuidores. Esta acción ha
permitido una mejor visibilidad y coordinación a lo largo de toda la cadena de
suministro, creando así una red de valor compartido que es flexible, adaptable
y altamente resiliente ante los desafíos del mercado contemporáneo (9).
De igual manera, se ha promovido una colaboración estratégica más efectiva
entre los actores de la cadena mediante la implementación de estrategias de
planificación conjunta de la demanda, reabastecimiento sincronizado, y un
intercambio de información más transparente y confiable. Estas medidas han
tenido un impacto significativo en la mitigación del efecto látigo, mejorando de
forma considerable la capacidad de respuesta, la flexibilidad y la agilidad
operativa, así como la satisfacción del cliente final (9).
Los cambios implementados se reflejan de manera clara en indicadores clave
de desempeño. Por ejemplo, se ha registrado un aumento sostenido en el
porcentaje de entregas realizadas a tiempo, una disminución notable en los
niveles de productos defectuosos y una reducción significativa en los niveles de
inventario mantenidos. Estos resultados no solo evidencian la eficacia de la
metodología aplicada, sino que también demuestran que la integración y la
colaboración estratégica son elementos esenciales para optimizar el
rendimiento y la sostenibilidad de la cadena de suministro.
Un resultado destacado de esta investigación es la notable y sustancial
reducción en los niveles de inventario, que ha permitido ajustar de manera
precisa la gestión de inventarios a las necesidades concretas de la ESPOCH.
Este ajuste ha evitado tanto el exceso perjudicial como la escasez de
materiales, resultando en un ahorro significativo del 15% en los costos de
almacenamiento y custodia. Además, la mejora en la precisión y confiabilidad
de la información proporcionada por este sistema ha conllevado a una
reducción del 20% en los tiempos de entrega de productos y servicios a los
usuarios y clientes finales, lo que es un indicador claro de eficiencia operativa
(10). El 5% hace referencia a la reducción de productos defectuosos, y el 60%
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