depreciación y disposición de activos puede generar incertidumbre en los
reportes financieros (17). Ellos encontraron que empresas con un control
interno débil sobre sus activos fijos tenían mayores dificultades para mantener
actualizada la información financiera. De hecho, en el caso de CL Proyectos, se
identificó que algunos activos no fueron dados de baja a tiempo, lo que provocó
que la información contable siguiera reflejando valores incorrectos, situación
que también se reporta en estudios previos (15).
Es relevante mencionar que la Ley de Régimen Tributario Interno en su artículo
28 establece normas claras sobre la depreciación de activos, indicando
porcentajes máximos por categorías de bienes (18). Sin embargo, el presente
estudio demostró que, a pesar de contar con una normativa clara, la falta de
control interno eficaz provocó incumplimientos en la correcta aplicación de
estos porcentajes en CL Proyectos
Otra área crítica es la disposición de activos, donde la falta de políticas claras
ha sido identificada como un problema recurrente. Una mala gestión en la
disposición de activos puede generar sobreestimaciones en los balances
contables, afectando así la toma de decisiones financieras (19).
En la empresa CL Proyectos, se observó una situación similar, donde no existía
un seguimiento adecuado de las bajas de activos, lo que llevó a que el valor de
algunos equipos obsoletos se mantuviera en los registros contables. Esto
confirma la importancia de una política estructurada de disposición, como lo
han recomendado autores en estudios previos (20).
Es imprescindible que las empresas adopten políticas claras para la gestión de
activos fijos, como lo sugieren los estándares internacionales de contabilidad,
específicamente las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y
las Normas Internacionales de Auditoría (NIA).
La NIA 400, por ejemplo, menciona la importancia del control interno para la
salvaguarda de los activos y la detección de errores y fraudes (21). En el caso
de CL Proyectos, la implementación de controles más estrictos, como
auditorías internas periódicas y sistemas de trazabilidad de activos, hubiera
evitado gran parte de las inconsistencias detectadas.
Los hallazgos de esta investigación subrayan la necesidad de utilizar
tecnologías avanzadas para la gestión de activos. el uso de sistemas
automatizados para el control de activos puede mejorar significativamente la
precisión de los registros contables y garantizar la actualización oportuna de la
información financiera (22).
En concordancia con esta propuesta, la recomendación para CL Proyectos es
la implementación de un software especializado que permita un seguimiento
continuo y preciso de los activos, lo que evitaría las discrepancias detectadas
durante la investigación.
La gestión deficiente de activos tiene un impacto significativo en la precisión de
los datos financieros, afectando tanto la confiabilidad como la toma de
decisiones estratégicas en las organizaciones. Según Jones et al., la falta de
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